La Conducta Autolesiva
¿Qué es la Autolesividad?
El tipo de autolesión que abordamos en este artículo es la iterativa, es decir, la que se repite. Las personas que se auto-lesionan aprenden que, al hacerse daño, logran aliviar un estado emocional agobiante. Es por esto que se dice que la auto-lesión es un mecanismo para manejar emociones. Ha sido estudiada como fenómeno psicológico: quienes se autolesionan lo hacen para obtener una sensación de alivio, bienestar, eliminar sus angustias y disminuir su ansiedad.
Puede llamársele de muchas maneras: auto violencia, auto lesión, auto daño, para suicidio, auto abuso, flagelación, auto mutilación. Es un acto que intenta alterar un estado de ánimo al infligir un daño físico lo suficientemente serio como para causar daño en los tejidos del cuerpo. Este daño puede ser a base de cortes (con cuchillo, navajas, vidrio, u otros objetos filosos), quemaduras, golpes con objetos o con los propios puños, golpes a un objeto pesado (como una pared), arrancarse pelo hasta sangrar, morderse, etc.
Podemos definir entonces a la auto agresión como un conjunto heterogéneo de conductas, en donde el sujeto, de forma voluntaria e intencional, se produce daño físico, cuya consecuencia es el dolor, desfiguración o daño a la apariencia o función de alguna (s) parte (s) del cuerpo, aunque sin la intención aparente de matarse.
Una muy buena definición de lo que es la auto lesión es “el cometido deliberado de hacerse daño corporal, sin la ayuda de otra persona, en forma lo suficientemente severa como para causar daño a los tejidos y originar cicatrices o marcas” (Winchel y Stanley, 1991).
Los pendientes, tatuajes y piercings no se consideran auto mutilación, pero sí la escarificación, término que proviene del inglés “scar”, que significa cicatriz. Esta técnica consiste en cortarse la piel, generalmente con un cuchillo o una cuchilla de afeitar, siguiendo la forma de un dibujo. Cuando la herida cura, se vuelve a abrir varias veces con el objetivo de hacerla bien visible, que resalte sobre la piel y no se borre con el paso del tiempo.
El origen histórico de este fenómeno no está muy claro, pero se cree que comenzó a popularizarse durante el siglo XX. Podría decirse que surgió en Estados Unidos e Inglaterra. El destape ocurrió cuando actrices como Angelina Jolie y Drew Barrymore admitieron que en su adolescencia se habían cortado con cuchillos algunas partes de su cuerpo. Más tarde, con la película “La Secretaria”, esta conducta se terminó de destapar.
Actualmente existe una verdadera comunidad cibernética, principalmente de habla inglesa, que se identifica como “S.I.” (self injured: autoagresión), en la que los adolescentes se refugian y cuentan sus experiencias. En Latinoamérica apareció en Mayo de este año el primer portal de ayuda que entrega información al respecto, el que, sólo en un mes y medio, recibió más de mil 300 visitas.
El tipo de autolesión que abordamos en este artículo es la iterativa, es decir, la que se repite. Las personas que se auto-lesionan aprenden que, al hacerse daño, logran aliviar un estado emocional agobiante. Es por esto que se dice que la auto-lesión es un mecanismo para manejar emociones. Ha sido estudiada como fenómeno psicológico: quienes se autolesionan lo hacen para obtener una sensación de alivio, bienestar, eliminar sus angustias y disminuir su ansiedad.
Puede llamársele de muchas maneras: auto violencia, auto lesión, auto daño, para suicidio, auto abuso, flagelación, auto mutilación. Es un acto que intenta alterar un estado de ánimo al infligir un daño físico lo suficientemente serio como para causar daño en los tejidos del cuerpo. Este daño puede ser a base de cortes (con cuchillo, navajas, vidrio, u otros objetos filosos), quemaduras, golpes con objetos o con los propios puños, golpes a un objeto pesado (como una pared), arrancarse pelo hasta sangrar, morderse, etc.
Podemos definir entonces a la auto agresión como un conjunto heterogéneo de conductas, en donde el sujeto, de forma voluntaria e intencional, se produce daño físico, cuya consecuencia es el dolor, desfiguración o daño a la apariencia o función de alguna (s) parte (s) del cuerpo, aunque sin la intención aparente de matarse.
Una muy buena definición de lo que es la auto lesión es “el cometido deliberado de hacerse daño corporal, sin la ayuda de otra persona, en forma lo suficientemente severa como para causar daño a los tejidos y originar cicatrices o marcas” (Winchel y Stanley, 1991).
Los pendientes, tatuajes y piercings no se consideran auto mutilación, pero sí la escarificación, término que proviene del inglés “scar”, que significa cicatriz. Esta técnica consiste en cortarse la piel, generalmente con un cuchillo o una cuchilla de afeitar, siguiendo la forma de un dibujo. Cuando la herida cura, se vuelve a abrir varias veces con el objetivo de hacerla bien visible, que resalte sobre la piel y no se borre con el paso del tiempo.
El origen histórico de este fenómeno no está muy claro, pero se cree que comenzó a popularizarse durante el siglo XX. Podría decirse que surgió en Estados Unidos e Inglaterra. El destape ocurrió cuando actrices como Angelina Jolie y Drew Barrymore admitieron que en su adolescencia se habían cortado con cuchillos algunas partes de su cuerpo. Más tarde, con la película “La Secretaria”, esta conducta se terminó de destapar.
Actualmente existe una verdadera comunidad cibernética, principalmente de habla inglesa, que se identifica como “S.I.” (self injured: autoagresión), en la que los adolescentes se refugian y cuentan sus experiencias. En Latinoamérica apareció en Mayo de este año el primer portal de ayuda que entrega información al respecto, el que, sólo en un mes y medio, recibió más de mil 300 visitas.
Qué formas pueden asumir la autoagresión
La auto agresión asume una serie de manifestaciones que pueden ir desde las más sutiles a las más abiertas. Entre las primeras podemos mencionar los pensamientos en que la persona cree que no tiene la capacidad para tener éxito o satisfacción en ningún campo de la vida, tanto intelectual como afectivo, el no cuidarse de una enfermedad, no preocuparse del aseo personal o de la imagen personal. Entre las más evidentes u obvias podemos mencionar los golpes, cortes, rascarse hasta sangrar, etc.
El primer paso para clasificar la autolesión, como lo demostró Favazza (1996), es decidir qué tipo de autolesión es patológica y qué tipo es culturalmente sancionada. Se han identificado tres componentes en los actos de autolesión: dirección, letalidad y repetición (Kahan y Pattison, 1984).
Debemos destacar eso sí que Favazza (1998) es muy categórica y definitiva cuando afirma que “la autolesión es diferente al suicidio. Revisiones de importancia han apoyado y sustentado esta diferencia. Algo básico de entender es que “la persona que realmente intenta suicidarse busca terminar con toda emoción, en cambio la persona que se autolesiona busca sentirse mejor”. En apoyo a la afirmación anterior, podemos citar un estudio que reveló que las personas que se hacen daño para morir y las personas que se hacen daño para poder lidiar con su estado emocional, presentan perfiles psiquiátricos muy diferentes (Ferreira de Castro et al.,1998).
Favazza (1986) clasifica a la auto-lesión en tres (3) tipos:
También es Favazza (1996) quien subdivide a la auto-lesión superficial/moderada en tres tipos: compulsiva, episódica, y repetitiva.
Entre las consecuencias de la conducta autodestructiva podemos mencionar el daño personal, que puede ir desde una lesión a la pérdida de un miembro, la salud y hasta la muerte. En general, es una conducta que disminuye la calidad de vida. En las personas cercanas al auto-agresor, las consecuencias pueden ir desde la dependencia hacia el mismo, hasta la culpa por todo lo que le sucede a dicha persona.
El primer paso para clasificar la autolesión, como lo demostró Favazza (1996), es decidir qué tipo de autolesión es patológica y qué tipo es culturalmente sancionada. Se han identificado tres componentes en los actos de autolesión: dirección, letalidad y repetición (Kahan y Pattison, 1984).
- Dirección:
- Letalidad:
- Repetición:
Debemos destacar eso sí que Favazza (1998) es muy categórica y definitiva cuando afirma que “la autolesión es diferente al suicidio. Revisiones de importancia han apoyado y sustentado esta diferencia. Algo básico de entender es que “la persona que realmente intenta suicidarse busca terminar con toda emoción, en cambio la persona que se autolesiona busca sentirse mejor”. En apoyo a la afirmación anterior, podemos citar un estudio que reveló que las personas que se hacen daño para morir y las personas que se hacen daño para poder lidiar con su estado emocional, presentan perfiles psiquiátricos muy diferentes (Ferreira de Castro et al.,1998).
Favazza (1986) clasifica a la auto-lesión en tres (3) tipos:
- Auto-mutilación mayor:
- Autolesión estereotípica:
- Autolesión superficial o moderada:
También es Favazza (1996) quien subdivide a la auto-lesión superficial/moderada en tres tipos: compulsiva, episódica, y repetitiva.
- Autolesión compulsiva:
- La Auto-lesión impulsiva: Se divide en Episódica y Repetitiva.
- Auto-lesión Episódica: Es una conducta llevada a cabo tan a menudo que la persona que lo hace ni lo piensa y no se considera como gente que se hace daño. Generalmente es un síntoma de algún otro desorden psicológico.
- Auto-lesión Repetitiva: Se caracteriza por considerar conscientemente el hacerse daño, incluso aunque no siempre se lleve a cabo. Las personas se identifican a sí mismas como gente que se autolesiona.
Entre las consecuencias de la conducta autodestructiva podemos mencionar el daño personal, que puede ir desde una lesión a la pérdida de un miembro, la salud y hasta la muerte. En general, es una conducta que disminuye la calidad de vida. En las personas cercanas al auto-agresor, las consecuencias pueden ir desde la dependencia hacia el mismo, hasta la culpa por todo lo que le sucede a dicha persona.
Cómo se trata esta enfermedad
Para que los psicoterapeutas puedan ayudar a la gente que se autolesiona, lo primero es entender el papel tan poderoso que este mecanismo tiene en la vida del paciente. En ese momento son útiles las respuestas a preguntas tales como ¿Le sirve principalmente para aliviar tensión?, ¿Es una forma de concretizar una emoción?, ¿Lo utiliza para sentir que está vivo?, ¿Está tratando de comunicar algo?, ¿Está buscando alivio de una experiencia dolorosa?.
Entender porqué una persona se autolesiona es la clave para poder ayudarla a no tener que seguir utilizando el auto-daño como mecanismo para hacer frente a emociones intolerables. En este punto, como padres, y gracias a que pasamos gran cantidad de tiempo en interacción con nuestros alumnos, podemos aportar información valiosa al terapeuta, información que será de gran utilidad.
Es importante destacar que las últimas investigaciones con respecto al tratamiento de este tipo de conductas, indican que el tratar de que el objetivo principal sea parar de inmediato la conducta de auto-lesionarse, puede ser contraproducente. De esta manera, las técnicas que se basan en la premisa de que la autolesión no se debe de reforzar vía la atención, o bien en el uso de sanciones, casi siempre causan sólo una mayor tensión y angustia.
Existen diversos acercamientos terapéuticos para los pacientes que se auto-lesionan: la psicoterapia individual, el tratamiento para el trastorno de estrés postraumático, la terapia racional emotiva, las terapias para pacientes que se auto-lesionan asociados al trastorno de personalidad limítrofe (como la terapia dialéctica conductual), la terapia de grupo interpersonal y los tratamientos psico-farmacológicos.
En algunos casos puede llegar a ser necesaria la hospitalización por períodos breves de tiempo, y en otros casos las psicoterapias, del estilo que sean, se complementan con técnicas de hipnosis y relajación.
Entender porqué una persona se autolesiona es la clave para poder ayudarla a no tener que seguir utilizando el auto-daño como mecanismo para hacer frente a emociones intolerables. En este punto, como padres, y gracias a que pasamos gran cantidad de tiempo en interacción con nuestros alumnos, podemos aportar información valiosa al terapeuta, información que será de gran utilidad.
Es importante destacar que las últimas investigaciones con respecto al tratamiento de este tipo de conductas, indican que el tratar de que el objetivo principal sea parar de inmediato la conducta de auto-lesionarse, puede ser contraproducente. De esta manera, las técnicas que se basan en la premisa de que la autolesión no se debe de reforzar vía la atención, o bien en el uso de sanciones, casi siempre causan sólo una mayor tensión y angustia.
Existen diversos acercamientos terapéuticos para los pacientes que se auto-lesionan: la psicoterapia individual, el tratamiento para el trastorno de estrés postraumático, la terapia racional emotiva, las terapias para pacientes que se auto-lesionan asociados al trastorno de personalidad limítrofe (como la terapia dialéctica conductual), la terapia de grupo interpersonal y los tratamientos psico-farmacológicos.
En algunos casos puede llegar a ser necesaria la hospitalización por períodos breves de tiempo, y en otros casos las psicoterapias, del estilo que sean, se complementan con técnicas de hipnosis y relajación.