Salud Mental Infantil
Intentar dar una definición de Salud Mental Infantil , no resulta en absoluto sencillo. En el apartado "¿Qué es la Salud Mental?" expusimos un breve resumen sobre la definición de Salud Mental en general. Podríamos decir entonces, que en éste caso, las distintas formas de conceptualización de la Salud Mental Infantil comparten en principio su objeto de estudio: el niño, ya sea en su dimensión sana (Salud), o enferma (psicopatología). El conocimiento del desarrollo denominado "normal" en el niño es fundamental para poder abordar posteriormente su psicopatología.
Los profesionales que se dedican a la Salud Mental infanto juvenil, provienen de diversas áreas del conocimiento, entre ellas la psiquiatría (Paidopsiquiatría o Psiquiatría Infantil), la Psicología, y la Pedagogía, en combinación con otras disciplinas diversas, entre ellas las artísticas, y todas aquellas disciplinas tendientes a desarrollar la autoestima, la creatividad , y la autonomía del individuo. Es por esto que en general aquellos que se dedican al estudio de la clínica infantil suelen (y debieran en nuestra opinión) tener una formación heterogénea.
Desde una perspectiva histórica podríamos decir que hubo dos primeras fuentes a partir de las cuales comenzó a estudiarse al niño y sus conductas:
la corriente pedagógica por un lado, impulsada por los educadores de los niños "ineducables" (entre ellos niños sordos o ciegos, o con debilidad mental severa),
la corriente derivada de la psicopatología del adulto, en un esfuerzo de los profesionales por encontrar las formas precoces del padecimiento mental (Marcelli, Psicopatología del Niño)
Muchas críticas posteriores apuntarán justamente hacia esta "adultomorfización" del pequeño paciente: puesto que el niño no es un adulto en miñatura, sino un sujeto con características propias, esta conceptualización puede inducir al clínico a error, al intentar encontrar en el niño, lo que ve en el adulto.
Sin embargo, esto no quita que sea importante investigar los orígenes del padecimiento, de modo de poder ofrecer un tratamiento precoz y más efectivo, sin perder de vista que aquello que les sucede a los adultos no es en general directamente trasladable al niño
Los aportes teóricos al estudio de la Salud Mental Infatil, provienen entonces de disciplinas diversas, entre ellas, el Psicoanálisis, la Psicología del aprendizaje, las teorías sistémicas, Gestálticas, la etología, y más recientemente las Neurociencias, y todas ellas han hecho aportes valiosos a la especialidad.
Así que a no desesperar, queda mucho camino por recorrer, y mucho por aprender para poder brindarle una atención adecuada a nuetros jóvenes pacientes.
Los profesionales que se dedican a la Salud Mental infanto juvenil, provienen de diversas áreas del conocimiento, entre ellas la psiquiatría (Paidopsiquiatría o Psiquiatría Infantil), la Psicología, y la Pedagogía, en combinación con otras disciplinas diversas, entre ellas las artísticas, y todas aquellas disciplinas tendientes a desarrollar la autoestima, la creatividad , y la autonomía del individuo. Es por esto que en general aquellos que se dedican al estudio de la clínica infantil suelen (y debieran en nuestra opinión) tener una formación heterogénea.
Desde una perspectiva histórica podríamos decir que hubo dos primeras fuentes a partir de las cuales comenzó a estudiarse al niño y sus conductas:
la corriente pedagógica por un lado, impulsada por los educadores de los niños "ineducables" (entre ellos niños sordos o ciegos, o con debilidad mental severa),
la corriente derivada de la psicopatología del adulto, en un esfuerzo de los profesionales por encontrar las formas precoces del padecimiento mental (Marcelli, Psicopatología del Niño)
Muchas críticas posteriores apuntarán justamente hacia esta "adultomorfización" del pequeño paciente: puesto que el niño no es un adulto en miñatura, sino un sujeto con características propias, esta conceptualización puede inducir al clínico a error, al intentar encontrar en el niño, lo que ve en el adulto.
Sin embargo, esto no quita que sea importante investigar los orígenes del padecimiento, de modo de poder ofrecer un tratamiento precoz y más efectivo, sin perder de vista que aquello que les sucede a los adultos no es en general directamente trasladable al niño
Los aportes teóricos al estudio de la Salud Mental Infatil, provienen entonces de disciplinas diversas, entre ellas, el Psicoanálisis, la Psicología del aprendizaje, las teorías sistémicas, Gestálticas, la etología, y más recientemente las Neurociencias, y todas ellas han hecho aportes valiosos a la especialidad.
Así que a no desesperar, queda mucho camino por recorrer, y mucho por aprender para poder brindarle una atención adecuada a nuetros jóvenes pacientes.