Trastornos de Ansiedad
De acuerdo con la MHIC, los trastornos de ansiedad son uno de los problemas psicológicos infantiles más comunes. Afectan a 13 de cada 100 niños o adolescentes. Diferentes tipos de trastornos de ansiedad pueden presentarse solos o con otros síntomas. La ansiedad generalizada se caracteriza por una preocupación crónica, poco realista y que no se basa en ninguna experiencia real.
El trastorno o episodios de pánico, es el miedo que se manifiesta en forma de ataques de pánico incontrolables, incluyendo la hiperventilación.
Otro tipo de trastorno es el post-traumático (TEPT), se produce en niños que han sido traumatizados por la violencia, el abuso físico o sexual, o han vivido una guerra o un desastre natural. Se caracteriza por recuerdos de los momentos críticos que suelen ocurrir sin previo aviso.
Y dentro de los trastornos de ansiedad infantil, también se dan los trastornos obsesivo-compulsivo (TOC), estos hacen que los niños quedan atrapados en las conductas y pensamientos repetidos, tales como el lavado de manos o contar todos los movimientos que realizan, revisar su cartera o mochila varias veces, etc.
El trastorno o episodios de pánico, es el miedo que se manifiesta en forma de ataques de pánico incontrolables, incluyendo la hiperventilación.
Otro tipo de trastorno es el post-traumático (TEPT), se produce en niños que han sido traumatizados por la violencia, el abuso físico o sexual, o han vivido una guerra o un desastre natural. Se caracteriza por recuerdos de los momentos críticos que suelen ocurrir sin previo aviso.
Y dentro de los trastornos de ansiedad infantil, también se dan los trastornos obsesivo-compulsivo (TOC), estos hacen que los niños quedan atrapados en las conductas y pensamientos repetidos, tales como el lavado de manos o contar todos los movimientos que realizan, revisar su cartera o mochila varias veces, etc.
Depresión
La depresión es una enfermedad debilitante y caracterizada por una tristeza psicológica crónica y opresiva que no cede con normalidad. De acuerdo con el MHC, los estudios sobre niños de entre seis y 12 años de edad indican que el 10 por ciento sufren de depresión clínica.
Al igual que en adultos, la depresión en los niños se cree que es causada por una combinación de factores genéticos, biológicos y el entorno. Sin embargo, los niños no pueden expresarse como adultos, los síntomas de la depresión se manifiestan típicamente de manera diferente. Los signos de la depresión infantil son el sueño o trastornos del apetito, caída en el rendimiento escolar, nerviosismo o hiperactividad, lentitud en los movimientos corporales o del habla, mutismo, irritabilidad, llanto excesivo, miedos inexplicables, agresión, comportamiento antisocial, aislamiento o el dolor físico sin fundamento ni explicación alguna.
Al igual que en adultos, la depresión en los niños se cree que es causada por una combinación de factores genéticos, biológicos y el entorno. Sin embargo, los niños no pueden expresarse como adultos, los síntomas de la depresión se manifiestan típicamente de manera diferente. Los signos de la depresión infantil son el sueño o trastornos del apetito, caída en el rendimiento escolar, nerviosismo o hiperactividad, lentitud en los movimientos corporales o del habla, mutismo, irritabilidad, llanto excesivo, miedos inexplicables, agresión, comportamiento antisocial, aislamiento o el dolor físico sin fundamento ni explicación alguna.
Bipolaridad
El trastorno bipolar, también es identificado como depresión maniaca, es una enfermedad psicológica de carácter crónico, se caracteriza por continuos cambios de humor llegando a ser extremos en algunos casos. Por lo general se manifiestan por una de alta (hiperactividad, habla excesiva, temperamento explosivo, necesidad de dormir poco, comportamientos de riesgo) baja autoestima, tristeza, dolor físico, sueño excesivo, cambios en el apetito, sentimientos de inutilidad o de culpa, baja energía, pensamientos de muerte). y todavía queda un largo etc.
El trastorno bipolar es causado por una combinación de factores genéticos, neurológicos y del medio ambiente. Además, los niños con un trastorno de ansiedad tienen un mayor riesgo de desarrollar trastorno bipolar. Según el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH), cuando el trastorno bipolar se detecta en los niños, es a menudo más grave y difícil de manejar de lo que es en adolescentes y adultos. Tiene su explicación, ya que estos estados de ánimo pueden ser mezclados y cambiar con bastante rapidez, a veces varios veces en un solo día.
El trastorno bipolar es causado por una combinación de factores genéticos, neurológicos y del medio ambiente. Además, los niños con un trastorno de ansiedad tienen un mayor riesgo de desarrollar trastorno bipolar. Según el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH), cuando el trastorno bipolar se detecta en los niños, es a menudo más grave y difícil de manejar de lo que es en adolescentes y adultos. Tiene su explicación, ya que estos estados de ánimo pueden ser mezclados y cambiar con bastante rapidez, a veces varios veces en un solo día.
Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
El TDAH compromete la capacidad del niño para aprender, mantener la concentración y mantener los niveles normales de actividad. De acuerdo con Mental Health America, es el trastorno psicológico más frecuente en los jóvenes, afecta al 5 a 10 por ciento de los niños estadounidenses y aproximadamente lo mismo en los niños europeos.
Aunque el TDAH se cree que se desarrollan antes de los siete años, suele diagnosticarse en niños de entre ocho y diez años de edad y es 10 veces más frecuente en niños que en niñas.
Los signos del TDAH incluyen la incapacidad para escuchar o completar tareas, la falta de concentración en algo concreto, pasando rápidamente de una actividad a otra, es perjudicial en la escuela, tiene dificultades para compartir lo suyo o esperar su turno, esta en constante movimiento, ( corre y trepa ) etc, manifiesta un alto grado de inquietud y sufre alteraciones del sueño y actuar sin pensar, etc.
Aunque el TDAH se cree que se desarrollan antes de los siete años, suele diagnosticarse en niños de entre ocho y diez años de edad y es 10 veces más frecuente en niños que en niñas.
Los signos del TDAH incluyen la incapacidad para escuchar o completar tareas, la falta de concentración en algo concreto, pasando rápidamente de una actividad a otra, es perjudicial en la escuela, tiene dificultades para compartir lo suyo o esperar su turno, esta en constante movimiento, ( corre y trepa ) etc, manifiesta un alto grado de inquietud y sufre alteraciones del sueño y actuar sin pensar, etc.
Trastorno de la Conducta
El Departamento de Salud y Servicios Humanos calcula que al menos uno de cada 10 niños y adolescentes tienen trastornos de conducta. Es más común en niños que en niñas y ocurre con más frecuencia en las zonas urbanas que en las zonas rurales. De acuerdo con el NMHIC, los niños con trastorno de conducta, también conocida como trastorno de comportamiento,se identifican por tener poca o ninguna consideración por otras personas o por las normas sociales. Los signos más característicos incluyen la agresión, la mentira, el robo, la conducta destructiva, el absentismo escolar, la actividad sexual precoz y el abuso de sustancias, entre otros.
Los estudios han demostrado que los niños en riesgo de trastorno de la conducta han experimentado alguna de las siguientes situaciones: el abandono, la pobreza, la institucionalización, la separación de los padres, el rechazo de la madre, la enfermedad mental de los padres o la discordia en la pareja, abuso o violencia.
Los estudios han demostrado que los niños en riesgo de trastorno de la conducta han experimentado alguna de las siguientes situaciones: el abandono, la pobreza, la institucionalización, la separación de los padres, el rechazo de la madre, la enfermedad mental de los padres o la discordia en la pareja, abuso o violencia.
Trastorno Generalizado del Desarrollo
Los trastornos generalizados del desarrollo son considerados como los trastornos de la infancia más graves dentro de la psicológica infantil. Afectan de 10 a 15 niños de cada 10.000 Son también llamados trastornos del espectro autista, estos incluyen el autismo, el síndrome de Asperger, el trastorno desintegrativo infantil y el síndrome de Rett.
Estas enfermedades comprometen las habilidades intelectuales, las reacciones normales a los sonidos, imágenes y olores, y la capacidad de comprender el lenguaje o hablar coherentemente en cualquier situación. Estas señales bajo la observación de un profesional se hacen evidentes antes de los tres años de edad, son mensajes que indican ciertas anomalías en algunas pautas inusuales como en la actitud para dormir, comer o beber, las posturas o movimientos particulares, dificultad para interactuar con los demás, la falta de contacto visual, la falta de curiosidad o interés en el entorno, y repetitivos comportamiento de juego.
Estas enfermedades comprometen las habilidades intelectuales, las reacciones normales a los sonidos, imágenes y olores, y la capacidad de comprender el lenguaje o hablar coherentemente en cualquier situación. Estas señales bajo la observación de un profesional se hacen evidentes antes de los tres años de edad, son mensajes que indican ciertas anomalías en algunas pautas inusuales como en la actitud para dormir, comer o beber, las posturas o movimientos particulares, dificultad para interactuar con los demás, la falta de contacto visual, la falta de curiosidad o interés en el entorno, y repetitivos comportamiento de juego.
Trastornos del Lenguaje
El RETRASO SIMPLE del lenguaje es un trastorno primario, que se da entre los tres y los cinco años, y consiste en un error en la programación y en la elección de sonidos que entran en la construcción de una palabra. A diferencia de la dislalia, aquí los fonemas cambiados no son siempre los mismos y se pueden repetir bien en forma aislada, o cambiar de una a otra repetición.
El TRASTORNO EXPRESIVO del lenguaje es un retraso en la expresión oral, con ausencia de palabras simples a los dos años y fracaso en el uso de frases sencillas, vocabulario limitado, frases cortas e inmaduras, errores sintácticos y falta de fluidez para ordenar las palabras temporalmente.
El RETRASO MIXTO del lenguaje o DISFASIA es un trastorno severo del lenguaje, tanto en la comprensión como en la producción del mismo (expresión poco fluida, distorsiones fonológicas y falta de gramática), cuyas causas no se explican por problemas sensoriales, intelectuales o neurológicos. Suele ir asociada a otros trastornos (atención dispersa, aislamiento, etc.).
La AFASIA es un trastorno del lenguaje, que compromete todos los canales de comunicación (comprensión, expresión, lectura y escritura), producido por alguna lesión o daño cerebral, después de que el individuo ya ha adquirido el lenguaje. Origina la pérdida de habilidades ya aprendidas y compromete el desarrollo posterior del lenguaje. Hay diferentes tipos de afasia según donde se localice la lesión cerebral.
El TRASTORNO EXPRESIVO del lenguaje es un retraso en la expresión oral, con ausencia de palabras simples a los dos años y fracaso en el uso de frases sencillas, vocabulario limitado, frases cortas e inmaduras, errores sintácticos y falta de fluidez para ordenar las palabras temporalmente.
El RETRASO MIXTO del lenguaje o DISFASIA es un trastorno severo del lenguaje, tanto en la comprensión como en la producción del mismo (expresión poco fluida, distorsiones fonológicas y falta de gramática), cuyas causas no se explican por problemas sensoriales, intelectuales o neurológicos. Suele ir asociada a otros trastornos (atención dispersa, aislamiento, etc.).
La AFASIA es un trastorno del lenguaje, que compromete todos los canales de comunicación (comprensión, expresión, lectura y escritura), producido por alguna lesión o daño cerebral, después de que el individuo ya ha adquirido el lenguaje. Origina la pérdida de habilidades ya aprendidas y compromete el desarrollo posterior del lenguaje. Hay diferentes tipos de afasia según donde se localice la lesión cerebral.
Trastornos del Habla
La DISLALIA es un trastorno o alteración en la articulación del habla, específicamente de los fonemas o sonidos, bien sea porque se omiten algunos de ellos o porque se sustituyen por otros. Hay varios tipos de dislalia:
El FARFULLEO es una alteración en la fluidez del habla, en la que el individuo se comunica verbalmente a gran velocidad y de manera impulsiva, articulando desordenada y atropelladamente las palabras. A veces se confunde con la tartamudez.
La DISFONIA es un trastorno o alteración en la emisión del tono o timbre de la voz, provocado por un funcionamiento prolongado que fatiga los músculos de la laringe o por un trastorno orgánico, y puede ser crónica o transitoria.
- Evolutiva: Propia del desarrollo evolutivo del niño, se considera dentro de lo normal pues el niño está en proceso de adquisición del lenguaje y los errores se van corrigiendo progresivamente.
- Funcional: No se encuentra causa física ni orgánica para las alteraciones de articulación. El niño con este tipo de dislalia puede cometer diferentes tipos de errores, de sustitución (sustituir un fonema por otro), de omisión (no pronunciarlo), de inversión (cambiarlo por el siguiente) y de distorsión (cambiarlo por uno distinto).
- Audiógena: La alteración en la articulación de fonemas se produce por una deficiencia auditiva.
- Orgánica: La causa puede estar en los órganos del habla (disglosias) o en algún tipo de lesión cerebral (disartrias).
El FARFULLEO es una alteración en la fluidez del habla, en la que el individuo se comunica verbalmente a gran velocidad y de manera impulsiva, articulando desordenada y atropelladamente las palabras. A veces se confunde con la tartamudez.
La DISFONIA es un trastorno o alteración en la emisión del tono o timbre de la voz, provocado por un funcionamiento prolongado que fatiga los músculos de la laringe o por un trastorno orgánico, y puede ser crónica o transitoria.
Trastorno de Control de Esfínteres
La maduración nerviosa es condición indispensable para que pueda lograrse dicho control. Alrededor de los 18 meses, el niño puede anticipar la sensación de pipí y/o decir que está mojado. Sobre los 2 años, se inicia el control: primero de día, y algo más tarde de noche. Alrededor de los 4 años debe haberse logrado. No olvidemos que las edades son orientativas, pues todo depende de la maduración de cada niño.
La ENURESIS es la emisión no voluntaria de orina por el día o por la noche, a una edad en la que se espera que haya control al respecto, es decir, más allá de los 3 a 4 años. La Enuresis puede ser primaria (si el niño nunca ha conseguido controlar su pipí), secundaria (si después de un período de control no consigue volver a él), diurna (si ocurre durante el día), nocturna (si ocurre durante la noche), y mixta ( si ocurre en ambos momentos del día).
Hay una serie de factores que pueden predisponer al niño a padecer este trastorno:
Los padres pueden ayudar a los niños que se orinan en la cama de la siguiente manera:
La ENCOPRESIS consiste en que el niño hace sus deposiciones, repetida e involuntariamente, en lugares que no son adecuados para ello, a una edad en la que se espera que haya control al respecto, es decir, más allá de los 3 a 4 años. La Encopresis puede ser primaria (si nunca se ha logrado el control) o secundaria (si se produce después de un período de control). Este trastorno suele estar asociado a malos hábitos de aprendizaje (presiones excesivas o rigidez al exigir que el niño controle a una edad aún temprana para hacerlo), el estreñimiento crónico (que provoca una distensión del colon y la consiguiente pérdida del tono muscular, con lo cual se producen esas pérdidas), la depresión infantil u otro trastorno.
Los niños con "encopresis" pueden tener otros problemas, tales como lapsos cortos de concentración, baja tolerancia de la frustración, hiperactividad y mala coordinación. Ocasionalmente este problema de ensuciarse comienza con un cambio que produce tensión en la vida del niño, tal como el nacimiento de un hermanito, la separación o divorcio de los padres, problemas familiares, o el mudarse a un nuevo hogar o escuela. La "encopresis" es más frecuente en los niños que en las niñas.
Aunque la mayoría de los niños que se ensucian encima no tienen una condición física, ellos deben de someterse a una evaluación física completa llevada a cabo por un médico de familia o por un pediatra. Si no se encuentran causas físicas, o si los problemas continúan, el próximo paso es una evaluación por un siquiatra de niños y adolescentes. El siquiatra de niños y adolescentes revisará los resultados de la evaluación física y entonces decidirá si hay problemas emocionales contribuyendo a la "encopresis". Será pues lo más importante identificar la causa que la produce. Según la personalidad del niño, se optará por quitar importancia al tema o por insistir al niño en que sea más cuidadoso. Eso sí, jamás se le ridiculizará ni castigará por ello.
Los psicólogos de niños y adolescentes tratan la "encopresis" mediante una combinación de métodos educativos, sicológicos y del comportamiento. La mayoría de los niños con "encopresis" pueden ser ayudados, pero el progreso suele ser muy lento y un tratamiento prolongado puede ser necesario. Un tratamiento a tiempo puede ayudar a prevenir y a reducir el sufrimiento social y emocional y la angustia para el niño y la familia.
La ENURESIS es la emisión no voluntaria de orina por el día o por la noche, a una edad en la que se espera que haya control al respecto, es decir, más allá de los 3 a 4 años. La Enuresis puede ser primaria (si el niño nunca ha conseguido controlar su pipí), secundaria (si después de un período de control no consigue volver a él), diurna (si ocurre durante el día), nocturna (si ocurre durante la noche), y mixta ( si ocurre en ambos momentos del día).
Hay una serie de factores que pueden predisponer al niño a padecer este trastorno:
- Algún problema físico: Una vejiga pequeña o de musculatura débil. Es lo primero que habría que averiguar.
- Iniciar demasiado tarde el hábito del control del pipí: Una vez pasada la edad óptima, alrededor de los 2 años, es más difícil.
- Circunstancias críticas emocionales (factor psicológico): Nacimiento de un nuevo hermanito, separación de los padres, cambio de casa o de colegio.
- Factor hereditario: Es frecuente que alguien de la familia haya tenido el mismo problema. Si es así, es conveniente explicárselo al niño para darle seguridad.
- Un ciclo del sueño muy profundo que le impide recibir el aviso de "vejiga llena".
- Padecer algún otro trastorno al que la enuresis va asociado.
Los padres pueden ayudar a los niños que se orinan en la cama de la siguiente manera:
- Limitándoles los líquidos que toman antes de acostarse.
- Estimulándolos para que vayan al baño antes de acostarse.
- Elogiándolos las mañanas que amanecen secos.
- Evitándoles los castigos.
- Despertándolos durante la noche para que puedan vaciar su vejiga.
La ENCOPRESIS consiste en que el niño hace sus deposiciones, repetida e involuntariamente, en lugares que no son adecuados para ello, a una edad en la que se espera que haya control al respecto, es decir, más allá de los 3 a 4 años. La Encopresis puede ser primaria (si nunca se ha logrado el control) o secundaria (si se produce después de un período de control). Este trastorno suele estar asociado a malos hábitos de aprendizaje (presiones excesivas o rigidez al exigir que el niño controle a una edad aún temprana para hacerlo), el estreñimiento crónico (que provoca una distensión del colon y la consiguiente pérdida del tono muscular, con lo cual se producen esas pérdidas), la depresión infantil u otro trastorno.
Los niños con "encopresis" pueden tener otros problemas, tales como lapsos cortos de concentración, baja tolerancia de la frustración, hiperactividad y mala coordinación. Ocasionalmente este problema de ensuciarse comienza con un cambio que produce tensión en la vida del niño, tal como el nacimiento de un hermanito, la separación o divorcio de los padres, problemas familiares, o el mudarse a un nuevo hogar o escuela. La "encopresis" es más frecuente en los niños que en las niñas.
Aunque la mayoría de los niños que se ensucian encima no tienen una condición física, ellos deben de someterse a una evaluación física completa llevada a cabo por un médico de familia o por un pediatra. Si no se encuentran causas físicas, o si los problemas continúan, el próximo paso es una evaluación por un siquiatra de niños y adolescentes. El siquiatra de niños y adolescentes revisará los resultados de la evaluación física y entonces decidirá si hay problemas emocionales contribuyendo a la "encopresis". Será pues lo más importante identificar la causa que la produce. Según la personalidad del niño, se optará por quitar importancia al tema o por insistir al niño en que sea más cuidadoso. Eso sí, jamás se le ridiculizará ni castigará por ello.
Los psicólogos de niños y adolescentes tratan la "encopresis" mediante una combinación de métodos educativos, sicológicos y del comportamiento. La mayoría de los niños con "encopresis" pueden ser ayudados, pero el progreso suele ser muy lento y un tratamiento prolongado puede ser necesario. Un tratamiento a tiempo puede ayudar a prevenir y a reducir el sufrimiento social y emocional y la angustia para el niño y la familia.
Trastorno del Aprendizaje
Los padres se preocupan mucho cuando su hijo tiene problemas de aprendizaje en la escuela. Hay muchas razones para el fracaso escolar, pero entre las más comunes se encuentra específicamente la de los problemas del aprendizaje. Los niños con problemas de aprendizaje suelen tener un nivel normal de inteligencia. Ellos tratan arduamente de seguir las instrucciones, de concentrarse y de portarse bien en la escuela y en la casa. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, tienen mucha dificultad dominando las tareas de la escuela y se atrasan.
Se engloban bajo el nombre de "trastornos del aprendizaje" gran variedad de trastornos, cuyas causas son muy diversas. Habría que restringir la definición a aquellos trastornos, bajo los que siempre se detecta un nivel de aprendizaje inferior a lo que se considera "normal" para la edad del niño, siempre y cuando ello no se deba a retraso mental o algún otro trastorno del desarrollo. Para poder abordar de forma adecuada una situación así, el psicólogo infantil deberá hacer la valoración del problema desde varias perspectivas:
Los psicólogos de niños y adolescentes indican que los problemas del aprendizaje se pueden tratar. Si no se detectan y se les da tratamiento a tiempo, sus efectos pueden ir aumentando y agravándose como una bola de nieve al rodar. Por ejemplo, un niño que no aprende a sumar en la escuela primaria no podrá entender el álgebra en la escuela secundaria. El niño, al esforzarse tanto por aprender, se frustra más y más y desarrolla problemas emocionales, tales como una baja autoestima ante tantos fracasos. Algunos niños con problemas de aprendizaje se portan mal en la escuela porque prefieren que los crean "malos" a que los crean "estúpidos".
Los padres deben estar conscientes de las señales más frecuentes que indican la presencia de un problema de aprendizaje:
Se engloban bajo el nombre de "trastornos del aprendizaje" gran variedad de trastornos, cuyas causas son muy diversas. Habría que restringir la definición a aquellos trastornos, bajo los que siempre se detecta un nivel de aprendizaje inferior a lo que se considera "normal" para la edad del niño, siempre y cuando ello no se deba a retraso mental o algún otro trastorno del desarrollo. Para poder abordar de forma adecuada una situación así, el psicólogo infantil deberá hacer la valoración del problema desde varias perspectivas:
- Desde el nivel madurativo del niño (su lateralidad, su psicomotricidad general, la organización de su esquema corporal, etc.).
- Desde su estado neurológico (valorar si es preciso realizar algún tipo de prueba neurológica).
- Desde su nivel de inteligencia y los factores que influyen en ésta.
- Desde la situación o nivel psicopedagógico en las diferentes áreas y habilidades.
- Desde su personalidad.
- Desde el punto de vista de los padres, así como de los profesores.
Los psicólogos de niños y adolescentes indican que los problemas del aprendizaje se pueden tratar. Si no se detectan y se les da tratamiento a tiempo, sus efectos pueden ir aumentando y agravándose como una bola de nieve al rodar. Por ejemplo, un niño que no aprende a sumar en la escuela primaria no podrá entender el álgebra en la escuela secundaria. El niño, al esforzarse tanto por aprender, se frustra más y más y desarrolla problemas emocionales, tales como una baja autoestima ante tantos fracasos. Algunos niños con problemas de aprendizaje se portan mal en la escuela porque prefieren que los crean "malos" a que los crean "estúpidos".
Los padres deben estar conscientes de las señales más frecuentes que indican la presencia de un problema de aprendizaje:
- Dificultad para entender y seguir instrucciones.
- Dificultad para recordar lo que alguien le acaba de decir.
- Dificultad para dominar las destrezas básicas de lectura, deletreo, escritura y/o matemática, por lo que fracasa en el trabajo escolar.
- Dificultad para distinguir entre la derecha y la izquierda.
- Dificultad para identificar las palabras o una tendencia a escribir las letras, palabras o números al revés.
- Falta de coordinación al caminar, hacer deportes o llevar a cabo actividades sencillas, tales como aguantar un lápiz o amarrarse el zapato.
- Facilidad para extraviar o perder sus asignaciones, tareas, libros y otros artículos.
- Problemas para entender el concepto de tiempo, confundiendo "ayer", "hoy" y"mañana".